DECEPCIONES DE CUARENTENA

 

NOMBRE: LOPEZ GARCIA VERONICA KATHERIN                                      

Año: 3 “B”                                                     

CRÒNICA DE CUARENTENA

DECEPCIONES DE CUARENTENA

Para muchos enamorados esta cuarentena hizo tambalear hasta los cimientos más fuertes de las relaciones humanas. Ejemplo de ello son los cuentos amorosos de Madeleine y Liliana, amigas muy cercanas para mí. Ambas “Julietas” llegaron al final de sus historias de amor. La causa, el distanciamiento físico de aproximadamente un mes con Michael; según me contó Madeleine. Para Liliana, por el contrario, fue la convivencia de 24 horas al día, convivencia que había sacado a relucir diferentes rasgos de personalidad que terminaron ocasionando conflictos.

La monotonía se apoderó de sus vidas y definitivamente había afectado sus relaciones personales. “Es que yo si podría escaparme con tal de verlo un ratito”, Madeleine me contó con onda pena el deseo que sentía por verlo, mientras Michael le repetía en muchas ocasiones, que lo mejor era cuidarse y mantener distancia física. Pero ¿eso también incluía el desinterés que mostraba al conversar con ella a través de mensajes de texto? No llamaba, ni escribía si ella no lo hacía. El hombre se había convertido en un témpano de hielo. La actitud que mostraba conforme pasaban los días de cuarentena ya anunciaba el final al que no quería enfrentarse Madeleine.

Por otro lado, estaba la tortura de la convivencia. Liliana no había visto mejor oportunidad que ésta, la de la cuarentena, para ya por fin tomar el siguiente paso. Pelo desaliñado, aroma desagradable, ropa y aspecto poco desaseado. ¿Qué había pasado con Ricardo? Se enfadaba por esto y por lo otro. A Liliana le ponía los pelos de punta cuán desordenado podía ser el tipo. Para él, la intensa era ella. Liliana la cenicienta, Ricardo el príncipe del “netflix” todo el santo día. Esto no terminó siendo el cuento de Disney que se imaginó Liliana. No era el coronavirus, era la pesadilla de vivir con él lo que terminaría por infectar su vida.

Sin embargo, caí en cuenta que las relaciones a distancia necesitan un esfuerzo inmenso de parte de ambos. La distancia no es el olvido. Es cuestión de proponérselo. Seré inconfidente, Michael me confesó que le había sido infiel a Madeleine. Para el caso de Liliana ambos requerían cambios, tanto si eso les gustara como si no. No lo hicieron, no funcionó.

Lo cierto es que, para ambas “julietas”, amigas mías, la cuarentena les trajo decepciones; por el contrario los ”Romeos” vieron en la cuarentena la mejor excusa para zafarse de sus historias de amor.